"LO MÁS EFICIENTE ES ACTUAR ANTES DE..."
MARÍA SEGUÍ, DIRECTORA GENERAL DE TRÁFICO
ABRIL 2012
Se ha pasado media vida laboral investigando en EE. UU., en muchos casos en temas relacionados con los accidentes. Luego estuvo en la Universidad de Navarra y antes de llegar a este cargo, fue directora general de Salud Pública de Castilla-La Mancha. Desde hace poco más de un mes es la nueva directora general de Tráfico. Como buena médico, la prevención va a ser una de sus líneas maestras. Es María Seguí.
-¿Tiene cura este enfermo, la accidentalidad en la carretera?
-No quiero hablar de enfermos… Quiero proteger a la población para que no haya ‘enfermos’, o los menos posibles…
-No se le escapa que el reto es difícil…
-Cualquier esfuerzo tiene lo que los técnicos llaman una ‘disminución del retorno’. Los primeros resultados son más fáciles de conseguir, y para conseguir los siguientes hay que esforzarse más, poner en marcha medidas alternativas, más creativas. Conseguir los últimos beneficios conlleva más esfuerzo.
-¿Nos puede marcar algunas directrices de su política al frente de la DGT?
-Llevo pocas semanas y sería poco precavido prescribir ya acciones concretas; hay un “plan estratégico” que hay que revisar y ver si es asumible o modificable… Comienzo con muchas cosas comprometidas y tengo muy poco margen de maniobra. He de pensar en cómo invertiré recursos futuros. Pero es pronto todavía.
-En sus primeras declaraciones en un acto sí habló de las cifras de accidentalidad. No pareció estar muy conforme con algunas cosas…
-Hablé sobre una cifra de víctimas mortales que se dio y aclaré que era solo para los muertos a 24 horas en carretera. Es un hecho constatable. Se necesitan seis meses más para hacer las cifras estadísticas definitivas. No he dicho nada nuevo. Pero sí, una de las primeras cosas será hacer el cómputo de muertos en carretera y zona urbana a 30 días, que es el requerimiento europeo, de manera real, que sea un seguimiento de las víctimas; no como se hace hasta ahora, los muertos a 24 horas y aplicando un factor de corrección. Esto nos permitirá, además, conocer la causa de la muerte, las lesiones que la provocaron. Y eso es muy importante para desarrollar medidas protectoras. Lógicamente, ponerlo en marcha va a requerir la colaboración de otras instituciones de las administraciones públicas, de los hospitales, por ejemplo.
-¿Podría estar en marcha a finales de año?
-Ese sería un objetivo en el que voy a empeñarme…
-¿Cambiaría las cifras que se han estado manejando?
-Más allá de que se modifiquen o no, quiero hacerlo con rigor para poder ver evoluciones futuras. No estoy interesada en recontar historias, sino en dar las cifras de la accidentalidad elaborándolas con los mejores criterios, los más rigurosos…
-Se ha hablado del Registro de Víctimas
-Todo va en la misma línea. Hemos de colaborar con autoridades locales y autonómicas para conocer todo lo que ocurre. Además del mero informe policial del accidente, debemos tener una comunicación fluida con el sector sanitario para recabar datos de los heridos, asegurarnos de que, quien informa, lo haga de manera puntual, sistemática, coherente, en el menor plazo posible, y separar la información del accidente de las consecuencias del mismo.
-Se habla de muertos, pero a veces no se tiene en cuenta a los heridos…
-Ese es el reto que tenemos delante, tipificar y completar las consecuencias de los accidentes. Unos atienden los accidentes, otros tendrán que dar otra información y habrá que establecer los puentes necesarios para avanzar en ese terreno.
-Parece que insiste mucho en la prevención como factor importante…
-Hay una frase muy gráfica y no recuerdo su autor que dice que “se necesita muy poca energía para batir un huevo y toda la ciencia del mundo no es capaz de recomponerlo”. Poca energía puede causar una lesión de médula espinal, pero toda la ciencia del mundo no es capaz de restituir la salud de esa persona. De los muchos ámbitos de mejora de la salud de la población, este es uno en el que la prevención alcanza todo su esplendor. Si queremos evitar todas esas lesiones y secuelas –incluyendo la de la muerte–, lo más eficaz es actuar antes de. Luego, muchas cosas no tienen solución.
-Pero ahí están las sanciones…
-La sanción es por un hecho cometido, pero también es un mecanismo educativo para acciones futuras y no solo para alrededor. Me gustaría hermanar la sanción con la prevención para que no se vea la actuación de la DGT como el castigo por el castigo. No le castigo por no llevar cinturón, sino como mecanismo recordatorio de que la próxima vez se lo debe poner. Y no es un capricho arbitrario, sino que se fundamenta en las leyes de la física de Newton: usted está más seguro retenido por el cinturón de seguridad que sin él, y no sujeta igual a 110 que a 150…
-Ya sabe que hay quien siempre saca el argumento de lo recaudatorio…
-Cada uno puede pensar lo que quiera. Es una labor educativa…
-Educación y divulgación ¿también a través de las nuevas tecnologías?
-Son fundamentales. Me encantaría poder desarrollar una zona de acceso a consultas para el ciudadano.
-Se ha roto un molde con la última campaña: a través del humor…
-Como profesora sé que hay muchas maneras de aprender, es un reconocimiento a la importancia del problema. Se trata de llegar a muchas personas, la mayoría de las cuales ni tiene mala intención ni quieren hacerlo mal. Se puede llegar de forma atractiva, como el humor.
-¿Cómo está la modificación del Reglamento, las ciudades 30?
-El Reglamento toca revisarlo, y lo de las ciudades 30, pensarlo bien. En 2010 cerca de 500 personas murieron como peatones, una de cada seis. Un país con buena climatología, que favorece los desplazamientos a pie, es un contexto en el que nos interesa promocionar ser peatón, modular el tráfico rodado, hacer las ciudades más amables.
-Y la seguridad mejoraría...
-La ciencia constata de forma incuestionable que un atropello a una velocidad u otra hace que sea mortal o no.
-El Ministro insistió en su presentación en fijarnos en países donde hacen cosas muy interesantes, con cifras de siniestrabilidad baja...
-Hay que coger lo bueno de otros, poner en marcha cosas que les han permitido mantener una reducción de víctimas muy por debajo de nosotros. Pero tenemos peculiaridades propias y aquí hay que poner en marcha otras iniciativas.
-¿Se va a contar con las universidades para investigaciones?
-Es fundamental su colaboración. Hay una cantidad de dinero que queremos dedicar a la investigación, pero me propongo transformar el mecanismo para que todas puedan participar. La competencia siempre es buena y quiero que se haga de forma clara y transparente.
-La Fiscalía de Seguridad Vial...
-Conozco desde hace tiempo a Bartolomé Vargas y tengo toda la intención de colaborar con él y con todos los que tengan algo que aportar.
-Por ejemplo, ¿las asociaciones de víctimas?
-Yo empecé como médico en una ambulancia y he tenido la oportunidad de hacer algún estudio sobre las secuelas y consecuencias sociales de los accidentes... Tengo el máximo respeto a las víctimas y a las familias. Colaboración cono ellos siempre. Pero deberíamos capitalizar su papel en dos frentes: nos pueden documentar la magnitud del problema y, además, son extraordinarios defensores del argumento de la prevención. Me gustaría que formaran parte de proyectos de mayor calado.
-¿Que pensó cuando la nombraron directora general de Tráfico?
-Pensé ¡qué responsabilidad más bonita! ¡Qué oportunidad única de hacer salud pública! Soy médico salubrista y dejé de tratar pacientes para formarme en una rama que no ayuda individualmente en la consulta sino colectivamente, a través de la salud pública.
EN CORTO
-¿Le han puesto multas?
-Sí, claro, y las he pagado.
-Dos cervezas, una copa de vino, ¿coge el coche?
-Si bebo, no. Soy mujer y peso poco…
-¿Le gusta la velocidad?
-La respeto.
-La mujer conduce peor, ¿o leyenda urbana?
-Leyenda urbana. Hay de todo. En hombres y mujeres. Pero no soy generalista...
-¿Es ‘otra’ conductora desde que es directora general?
-No, la misma conductora.
-¿Transporte público o privado?
-Siempre que puedo, público.
-¿Le preocupa especialmente la contaminación en las ciudades?
-Claro, tiene graves consecuencia en enfermedades respiratorias.