Los perros policías han sido los últimos en incorporarse a la lucha contra el menudeo de droga en las plazas y jardines de la ciudad de Málaga. Desde el pasado Jueves Santo, la brigada canina de la Policía Local, formada por siete canes y siete policías, recorre las calles para detectar la posible presencia de droga oculta y para reforzar la seguridad en las zonas céntricas ante la llegada masiva de "cruceristas".
Pastores alemanes y pastores belgas malinois se han convertido en una extensión de la Policía Local. Tras tres semanas de un curso intensivo, de mañana y tarde, los animales y los agentes guía están a punto de finalizar el proceso de formación. Los canes fueron sometidos inicialmente a un proceso de socialización y obediencia básica y detección de sustancias olorosas. Desde entonces, los perros conviven diariamente con los agentes adscritos a esta unidad, todos ellos voluntarios, que a su vez también han recibido cursos de adiestramiento. "Con esa socialización el 95% del trabajo ya está hecho porque se ha producido la unión entre el perro y el guía. El animal ya se ha acostumbrado al sonido de las sirenas, de los tambores, de los coches, de la música... El otro 5% son las técnicas que se le inculcan a los perros", afirma el Subinspector jefe de la unidad canina.
Los animales están preparados para detectar hachís, marihuana, heroína y cocaína y siempre responden a un estímulo del guía. En el momento en el que el agente le grita "busca, busca", el animal se activa e inicia una búsqueda selectiva.
La unidad canina se divide en patrullas formadas por dos agentes y un perro con relevos continuos de entre 30 y 40 minutos. Los animales pueden aguantar más tiempo, pero el objetivo es que estén "frescos".
Pero la misión de estos perros no se limita a la lucha contra el menudeo de droga. La unidad reforzará la vigilancia en las zonas céntricas de la ciudad y más transitadas por los turistas como el entorno del Museo Picasso o el castillo de Gibralfaro. De hecho, en esta última semana, los agentes han sorprendido a menores extranjeros robando a turistas. Los perros, que cuentan con un peto policial y un bozal, pueden atacar también de forma selectiva y siempre tras la orden del agente. "Se pueden abalanzar sobre una persona y un impacto con el bozal es como un puñetazo de Mike Tyson", señala el subinspector de la unidad canina. Otro de los agentes que forman parte de la unidad recalca que el trabajo le permite "estar constantemente en proceso de formación. Es un aprendizaje continuo para ver cómo responde el animal, aunque lo más importante es su instinto".
Cuando los agentes y los perros de la unidad llegan al castillo de Gibralfaro, los turistas se detienen y comienzan a fotografiarlos. Lo mismo ocurre en el centro de Málaga, donde algunos ciudadanos les hacen fotografías con sus teléfonos móviles. "Es una imagen de modernidad y algo que necesita la Policía Local de Málaga. Este tipo de brigadas son muy comunes en la mayoría de los países europeos y los turistas lo agradecen. Nuestra principal industria es el sol y la tenemos que cuidar. Lo que se trata de hacer es una policía cercana al ciudadano".
Los animales están preparados para detectar hachís, marihuana, heroína y cocaína y siempre responden a un estímulo del guía. En el momento en el que el agente le grita "busca, busca", el animal se activa e inicia una búsqueda selectiva.
La unidad canina se divide en patrullas formadas por dos agentes y un perro con relevos continuos de entre 30 y 40 minutos. Los animales pueden aguantar más tiempo, pero el objetivo es que estén "frescos".
Pero la misión de estos perros no se limita a la lucha contra el menudeo de droga. La unidad reforzará la vigilancia en las zonas céntricas de la ciudad y más transitadas por los turistas como el entorno del Museo Picasso o el castillo de Gibralfaro. De hecho, en esta última semana, los agentes han sorprendido a menores extranjeros robando a turistas. Los perros, que cuentan con un peto policial y un bozal, pueden atacar también de forma selectiva y siempre tras la orden del agente. "Se pueden abalanzar sobre una persona y un impacto con el bozal es como un puñetazo de Mike Tyson", señala el subinspector de la unidad canina. Otro de los agentes que forman parte de la unidad recalca que el trabajo le permite "estar constantemente en proceso de formación. Es un aprendizaje continuo para ver cómo responde el animal, aunque lo más importante es su instinto".
Cuando los agentes y los perros de la unidad llegan al castillo de Gibralfaro, los turistas se detienen y comienzan a fotografiarlos. Lo mismo ocurre en el centro de Málaga, donde algunos ciudadanos les hacen fotografías con sus teléfonos móviles. "Es una imagen de modernidad y algo que necesita la Policía Local de Málaga. Este tipo de brigadas son muy comunes en la mayoría de los países europeos y los turistas lo agradecen. Nuestra principal industria es el sol y la tenemos que cuidar. Lo que se trata de hacer es una policía cercana al ciudadano".
Fuente: www.malagahoy.es